martes, 18 de febrero de 2020

Zodiac - David Fincher (2007)

Segunda película de David Fincher que analizo en el blog, después de “La red social”, la película que dio inicio a este espacio. Bien es sabido por mis más allegados que Fincher es uno de mis directores predilectos, y siempre estoy dispuesto a revisionar alguna de sus películas. Vamos allá.

Sinopsis: “Zodiac” fue un asesino en serie que acabó con la vida de numerosas personas en San Francisco entre 1966 y 1978, al mismo tiempo que enviaba cartas a ciertos periódicos con pistas. La trama se centra en la investigación de dos detectives que trataron de darle caza, y en el trabajo de investigación de dos periodistas que intentaron averiguar su identidad.

La película comienza con la recreación de uno de los asesinatos de “Zodiac”, poniéndonos en contexto, y dejándonos pegados al asiento desde los primeros instantes. A partir de aquí, todo comienza a fluir con el ritmo al que Fincher nos tiene acostumbrados en sus thrillers.

La primera parte de la película transcurre como un tiro, y funciona perfectamente. Poco a poco nos adentramos en la investigación, hasta que llegamos al punto que Fincher quiere que lleguemos. Consigue que nos metamos tanto en la historia, que de repente, todo comienza a ralentizarse, todo es más pausado y cerebral, dando pie a la segunda parte de la película, en la que se incluye un estudio de los principales personajes y de cómo esta historia les afecta en su vida cotidiana.

Se recrea así una historia obsesiva, inteligente y perfectamente narrada, con momentos de máxima tensión que rozan el terror. Sin embargo, es cierto que en algunos momentos puede hacerse un poco larga, y me preguntaba si verdaderamente eran necesarios esos 157 minutos de duración. Y la respuesta es clara, sí. Estamos hablando de David Fincher, uno de los mayores genios del thriller y el suspense de las últimas décadas, por lo que cualquier flaqueza en cuanto al ritmo de la película se le perdona, pues el resultado general es bastante satisfactorio, regalándonos más de dos horas de puro entretenimiento.

El montaje es muy del estilo de Fincher, con multitud de planos y tomas que en lugar de entorpecer la narración de la historia, aportan un dinamismo al alcance de pocos. Pese a todo, no me pareció la película de Fincher con el montaje más “loco”.

El reparto es de primer nivel: Jake Gyllenhaal, Mark Ruffallo y Robert Downey Jr., que encarnan a los tres personajes principales. Gyllenhaal está en su línea, en la de ser uno de los mejores actores de su generación. Sin embargo, no me pareció una de sus mejores actuaciones. Downey Jr da vida a un periodista alcohólico y prepotente que le va como anillo al dedo al carismático actor de Nueva York. Pero, para qué engañarnos, tengo la sensación de haberle visto este papel en multitud de ocasiones. Nada nuevo.

El que más me sorprendió fue, para mi sorpresa, Mark Ruffallo. No soy muy fan de este actor, y pienso que es el que mejor está de los tres, en un registro un tanto diferente al que nos tiene acostumbrados.

La fotografía de la película es tremendamente oscura, con una paleta de colores muy apagados que influyen directamente en el relato, transmitiendo inseguridad, peligro, misterio, incomodidad…

En general, es un largometraje que me dejó con buenas sensaciones y que me mantuvo durante dos horas y media con los ojos como platos por la fuerza de su historia, pero no creo que sea una de las mejores películas de la filmografía de David Fincher. Más allá de eso, es muy recomendable.

Puntuación: 7’8/10


Aquí les dejo el trailer en versión original.






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